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lunes, 21 de marzo de 2011

20-M en mi corazón


Diez años raudos han pasado. Mi intuición detectaba que había algo especial en su mirada de ojos grandes y deseosos de vivir. Pude detectar en ella su capacidad de poder amar sin condiciones, su infinita paciencia, su encantadora timidez y generosidad. Todo eso y muchísimo más, pude observar en ella...  y esta vez no me equivoqué.

Gloria:
En algo bueno la vida me tenía que compensar, y no es para menos, pues tú, mi otro yo, estás en mi mente en todo momento, cada día, llenando mi pensamiento de mensajes amables y sinceros.
No desfalleciste ni un solo instante en estos diez años. Tu comprensión y cariño vehemente, han forjado a fuego una huella imborrable en mi, cuando las fuerzas del desamor querían visitarme, para quedarse.
Hoy sigues aquí, intuyo para siempre, como un arco iris perpetuo; naciente tras la lluvia que mojaba el cristal opaco de mi vida.
Eres necesario aliento en todos mis proyectos; también marinera que naufraga, a veces, en mi ancho mar de sencilla excentricidad. Siempre estás cuando intuyes debacle anímica en mi, sin desfallecer, atenta.

Eres centinela de mis ilusiones frustradas, e ilusiones por descubrir. Eres mi compañera de alma, agua en el desierto que a veces recorrer toca.
Agradecerte, una vez más, el bien que me haces, la paz que aportas a mi existencia y como no, estos diez años que has estado ahí, acompañándome en mis viajes hacia todos y ningún sitio, testigo imprescindible de mis pasiones, de mis luces y maltrechas sombras. Son los primeros diez años a tu lado, aunque eso para nosotros no es nada, pues la eternidad nos aguarda silenciosa y pacientemente...

¿Qué se siente, Glori, al sentirse tan amada? no me respondas. Sé la respuesta, pues tú me lo haces saber cada día, justo cuando abro mis ojos para recibir el nuevo amanecer, y me rescatas de la soledad, naciendo de tus labios un beso nuevo.

Apartas, con determinación guerrera, viejas espinas incrustadas, perennes en mi corazón, con invulnerable tesón, y me dejas vía libre para sentir el amor sólo contigo, como jamás lo sentí con nadie.
Vistes mi vida de colores vivos, desterrando por siempre el blanco y negro que observaban mis ojos y solazando, como sabes tú, mi existencia, poniendo punto y final contigo a mis continuos devaneos.

Me importa quién eres, de dónde vienes o hacia dónde vas. Los papeles que reflejan nuestra unión civil me importan poco, al igual que las alianzas hechas de un trozo de chatarra bastante cara, por cierto. Mi amor por ti está por encima de jueces, papelajos y alianzas. Mi amor por ti es lo más grande, aunque ya lo sabes desde hace una década, y lo seguirás sabiendo en décadas futuras; de eso no te quepa la menor duda.

Mientras, envejecemos juntos, con la ilusión del primer día.
Mientras, navegamos en el mismo barco.
Mientras, te voy felicitando el 10º aniversario juntos, con la magia del primero de ellos.

Quiérete mucho, al menos la mitad de lo que te quiero yo a ti.


                                       
                                            
                                           

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